La “flota oscura rusa”: qué es y cómo opera la red que preocupa a Occidente

30 diciembre 2024

La red marítima clandestina de Putin ha cobrado especial relevancia tras la invasión de Ucrania en 2022, intensificando su actividad y generando preocupaciones globales por sus implicaciones económicas, militares y medioambientales.


El petrolero Eagle S después de su detención. Foto Guardia Fronteriza Finlandesa.


Por Redacción Argenports.com

   Durante años, el Kremlin ha utilizado una sofisticada red marítima clandestina, conocida como la “flota oscura rusa”, para evadir las sanciones impuestas por la comunidad internacional.

   Esta estrategia, que Vladimir Putin ha perfeccionado con el tiempo, ha cobrado especial relevancia tras la invasión de Ucrania en 2022, intensificando su actividad y generando preocupaciones globales por sus implicaciones económicas, militares y medioambientales.

¿Qué es la “flota oscura rusa”?

   También conocida como “flota fantasma rusa”, se trata de un conglomerado de aproximadamente 600 embarcaciones, muchas de ellas registradas bajo banderas de conveniencia y operadas por empresas ficticias.

   Estas naves cumplen diversas funciones: desde el transporte de petróleo sancionado hasta el contrabando de armas y otros materiales estratégicos.

petrolero ruso

   Según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), cerca del 80% del petróleo ruso exportado se mueve a través de esta red, generando más de cinco mil millones de dólares anuales para el Kremlin.

   Aunque muchas de estas embarcaciones ya estaban activas desde décadas atrás, las sanciones de Occidente forzaron a Moscú a expandir su flota clandestina, triplicándola desde 2022.

   Estas maniobras incluyen técnicas de enmascaramiento, como la desactivación de sistemas de rastreo y el reetiquetado de cargamentos para ocultar su origen.

   Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, la flota en la sombra, que antes transportaba principalmente mercancías hacia y desde Irán y Venezuela, ha crecido enormemente.

   En la actualidad, se estima que alrededor del 17 por ciento de todos los petroleros pertenecen a la flota en la sombra, que también incluye otros buques mercantes.

   Cuando la flota en la sombra era mucho más pequeña, la comunidad marítima mundial podía gestionar los riesgos que planteaba. Hoy, en cambio, el tamaño de la flota implica que plantea riesgos inmediatos para un gran número de tripulaciones, Estados costeros, buques y el medio ambiente marítimo.

   El tamaño de la flota también supone una amenaza para las normas marítimas mundiales. El sistema marítimo mundial sólo funciona cuando la gran mayoría de sus participantes respetan las normas voluntariamente.

flota oscura rusa

   Los esfuerzos de los gobiernos occidentales por reducir la flota fantasma mediante sanciones a buques concretos han tenido una eficacia marginal. Sin embargo, hay otras estrategias que podrían adoptar, como la colaboración con los países que enarbolan las banderas de los buques fantasma y las investigaciones para identificar y sancionar a los propietarios reales de los buques fantasma.

Operaciones sospechosas y sabotajes

   Recientemente, la “flota fantasma” estuvo en el centro de la polémica tras el daño deliberado al cable submarino EstLink2, que conecta Finlandia con Estonia.

   La policía finlandesa señaló como principal sospechoso al petrolero ruso Eagle S, registrado en las Islas Cook, que fue detenido para investigación. Este incidente, calificado como un “sabotaje agravado”, es solo uno de los ejemplos de cómo estas operaciones clandestinas también amenazan la infraestructura crítica de otros países.

   “La decrépita flota fantasma es una amenaza no solo para la economía mundial, sino también para la seguridad y el medio ambiente”, advirtió Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores de Alemania.

Impacto medioambiental

   Además de sus implicaciones económicas y de seguridad, esta red clandestina tiene un enorme impacto ambiental.

   Según una investigación de Politico y SourceMaterial, al menos nueve incidentes de vertidos de petróleo y otros contaminantes han sido rastreados a buques de esta red desde 2021.

   Los derrames han afectado ecosistemas en zonas como el mar Rojo, el Canal de Panamá, Vietnam e Italia, dejando daños irreparables en la fauna y flora marina.

   Un caso emblemático fue el del petrolero Innova, detectado frente a la costa de Escocia con una gran mancha de petróleo que indicaba un vertido intencional. Estas prácticas generan costos millonarios para los países afectados, que deben asumir las tareas de limpieza sin posibilidad de exigir compensaciones a Rusia o las empresas ficticias involucradas.

Respuesta internacional

   Ante esta situación, la comunidad internacional ha intensificado sus esfuerzos para combatir esta red clandestina. Una docena de países europeos, junto con Reino Unido, Noruega e Islandia, han prometido tomar medidas coordinadas para “interrumpir y disuadir” las operaciones de la flota fantasma rusa.

petrolero ruso

El petrolero  Eagle S , sospechoso de formar parte de la "flota oscura" de Rusia. Foto Guardia Costera Finlandesa

   Además, la OTAN anunció un refuerzo de su presencia militar en el mar Báltico, un área clave para las maniobras de esta red.

   “El Reino Unido lidera la carga contra los intentos de Putin de mantener su economía a flote a expensas del medio ambiente y la seguridad internacional”, declaró David Lammy, ministro de Exteriores británico, al imponer sanciones adicionales a varios buques y empresas vinculadas al Kremlin.

El peligro latente

   La “flota fantasma” no solo representa una herramienta económica y militar para Rusia, sino también una amenaza persistente para la estabilidad global.

   Con cada operación encubierta, esta red clandestina pone en riesgo la infraestructura energética, la biodiversidad marina y la seguridad de las naciones costeras.

   Mientras el Kremlin continúa utilizando estos mecanismos para esquivar las sanciones, la comunidad internacional enfrenta el desafío de desarrollar estrategias efectivas que no solo desmantelen esta red, sino que también responsabilicen a Moscú por sus acciones.